Por Sara Macarro – 14/11/2020

Antonio Camacho Herrera, Profesor Titular de la Universidad de Sevilla, desde los inicios de su carrera académica ha trabajado en cuestiones relacionadas con la pedagogía social, actualmente trata temas de pedagogía social a través de sus responsabilidades docentes en Grados o cursos de Máster o de Especialista que dirige dentro de la US.

También, desde hace más de veinte años, trabaja con temáticas relacionadas con la educación y la inteligencia emocional, y dirige e imparte cursos en US sobre estas materias desde hace unos diez años. Por ello, nos habla sobre educación e inteligencia emocional temas donde es experto.

Como profesional de la educación, ¿qué dirías que es lo más importante en la educación de niñas, niños y adolescentes?

“Considero que una de las cuestiones más relevantes en la educación de los niños, niñas y adolescentes es educar con emoción, porque cuando se educa facilitando el desarrollo emocional de los alumnos y alumnas, la educación es mucho más fluida y valoran mucho más lo que aprenden, puesto que el aprendizaje sale del corazón. Sin emoción no hay aprendizaje. Por otro lado, el sistema educativo tiene un enfoque eminentemente académico y, sin duda, se hace necesario la educación emocional para una formación integral de la persona desde la infancia”.

» Sin emoción no hay aprendizaje. «

¿Qué es la inteligencia emocional y cuál es su importancia en el desarrollo de las relaciones interpersonales?

“Constituye la capacidad y la habilidad psicológica que tiene un sujeto para gestionar y controlar de forma satisfactoria sus ideas, sentimientos y emociones y, también la de los demás, con objeto de alcanzar resultados positivos en las relaciones que establezca con las demás personas. Por esa razón, si nos basamos en la conceptualización expuesta, entenderemos que la inteligencia emocional juega un papel altamente significativo en el desarrollo de las relaciones interpersonales, porque las facilita y fortalece”.

Hemos visto que la inteligencia emocional es importante en nuestras relaciones interpersonales. En concreto, ¿cuál es su importancia en la relación entre el educador y el alumnado?

“Generalmente, con el paso del tiempo, las personas recuerdan su tránsito por los centros docentes por la experiencia que vivieron con tales o cuales profesores o profesoras y con compañeros o compañeras. En pocas ocasiones, se recuerdan con mucha claridad los contenidos concretos de diferentes asignaturas. Sin embargo, si recordamos los buenos momentos vividos en los centros educativos, los cuáles suelen ir asociados a emociones positivas que configuraron ese momento de nuestra existencia. Por esa razón, las personas que somos profesionales de la educación, si tuviéramos una formación mucho más completa sobre estas materias, estamos convencidos que mejorarían bastante las relaciones interpersonales en el acto educativo. Porque lo que se enseña y se transmite desde el corazón, en cualquier aspecto de la vida, llega con mucha más facilidad al alumnado que lo que se hace por obligación o por necesidad de cumplimentar un programa”.

«… lo que se enseña y se transmite desde el corazón, en cualquier aspecto de la vida, llega con mucha más facilidad al alumnado que lo que se hace por obligación o por necesidad de cumplimentar un programa. «

Entonces, ¿es la inteligencia emocional una herramienta para el educador?

“Los educadores y educadoras son los principales referentes del educando, por tanto es fundamental desarrollar una comunicación eficaz desde los parámetros de la inteligencia emocional (asertividad, adecuada gestión emocional, empatía…) que genere unos vínculos saludables y permita fortalecer sus competencias emocionales, desde la misma observación, el apego o el ejemplo. Por tanto, considero que es una magnífica herramienta para el educador y la educadora, porque actualmente nos encontramos en una situación de crisis, la cual se manifiesta a nivel económico, político, sanitario, social, ideológico… Para transformar las diferentes circunstancias en las que vivimos, las personas necesitamos confianza en nosotras mismas y una buena educación emocional, puede robustecer esa confianza en los cambios que es preciso llevar a cabo, si de verdad queremos transformar nuestra propia vida y nuestra sociedad. Necesitamos tomar conciencia de nuestra propia vida y ser capaces de relacionarnos de forma positiva con los demás, desarrollando nuestra propia empatía, para ser capaces de ponernos en el lugar de las otras personas y, de ese modo, comprenderlas mejor y poder entender las razones que les llevan a realizar determinadas acciones y comportamientos”.

¿Cómo se educa esa inteligencia emocional?

“Entiendo que la inteligencia emocional hay que educarla a partir de la práctica diaria y, desde nuestro punto de vista, debería establecerse como una asignatura dotada de un espacio y un tiempo determinado, para que se pudieran desarrollar los postulados que la configuran, ya que si se trabaja solo de forma transversal, a veces, puede quedar diluida entre todos los elementos que configuran la formación de los niños y niñas y tener un efecto formativo menos relevante. Las competencias socioemocionales se aprenden entrenándolas, por ello, igual que en matemáticas, inglés o historia es importante disponer de unos tiempos definidos dentro del currículo escolar”.

» Las competencias socioemocionales se aprenden entrenándolas, por ello, igual que en matemáticas, inglés o historia es importante disponer de unos tiempos definidos dentro del currículo escolar. «

En un contexto educativo, ¿qué fórmulas consideras más adecuadas para educar las emociones y, en especial, la gestión de estas?

“Educar las emociones consiste en conocerlas y gestionarlas de forma adecuada, por tanto tenemos que ser conscientes de las mismas y aceptarlas, porque son parte de nosotros mismos. En este sentido, tendremos emociones con un carácter más positivo y, otras, más negativo, pero la clave está en saber regularlas de forma adecuada y es precisamente en esas situaciones en las que tenemos que trabajar, para poder funcionar de forma apropiada. Es necesario enseñar a los niños, niñas y adolescentes a gestionar de forma adecuada sus emociones y máxime en esas etapas de la vida, en las que todos hemos tenido unos enormes vaivenes emocionales. Sería necesario que estos colectivos analizaran sus propias emociones y que reflexionaran sobre las mismas, ya sea mediante el pensamiento, la voz, la escritura, la dramatización o el medio que el personal educativo estime más adecuado para el grupo con el que trabaja. Trabajar en esta línea, supondrá un aprendizaje que nos conducirá a mejorar nuestra salud psicológica y a obtener ulteriores beneficios a nivel familiar, académico, e incluso laboral y profesional. Tendremos que trabajar, tanto de forma individual, como grupal, con nuestro alumnado la mejora del conocimiento de uno mismo y de las emociones que en cada momento vayamos teniendo. Esta práctica nos ayudará en la toma de decisiones en todos los aspectos de nuestra vida y podemos enseñar a nuestro alumnado a analizar esta toma de decisiones para que vayan acostumbrándose a reflexionar sobre esa acción, puesto que en nuestra vida estamos tomando decisiones de forma constante. Consideramos que utilizando este trabajo individual y grupal contribuiremos a mejorar el rendimiento académico, a reducir el estrés y la ansiedad que se generan, sobre todo en los momentos de exámenes, exposiciones orales y escritas, entrega de trabajos, etc. Con esta labor estaremos contribuyendo, además, a fortalecer las relaciones interpersonales y a mejorar la empatía, lo cual redundará en una mejora del propio bienestar psicológico y emocional de las personas”.

«… utilizando este trabajo individual y grupal contribuiremos a mejorar el rendimiento académico, a reducir el estrés y la ansiedad (…), además, a fortalecer las relaciones interpersonales y a mejorar la empatía, lo cual redundará en una mejora del propio bienestar psicológico y emocional de las personas. «

¿Debe darse la educación emocional tanto en el centro educativo como en el entorno familiar de niñas, niños  y adolescentes?

“Evidentemente, la educación emocional es preciso impartirla en el centro educativo, pero también debe llevarse a cabo en la familia, porque la puesta en práctica de los postulados de la inteligencia emocional, facilita la vida familiar y suaviza las relaciones en el interior de la familia y con el resto de personas de la comunidad en la que vivamos. Las razones son diversas, pero quizás las más significativas sean que la buena gestión emocional favorece la colaboración entre todos los miembros de la familia, el control emocional facilita el diálogo y el debate sosegado en el seno familiar y el manejo de habilidades emocionales contribuye a una buena convivencia familiar. Sin duda, la familia y el centro escolar son los dos pilares básicos para la educación emocional de niños, niñas y adolescentes. Vamos en la misma dirección y hacia un objetivo común, no hay que olvidarlo.”

¿Cómo las familias intervienen o deben intervenir en la educación de las emociones de NNA?

“La educación emocional en las familias es fundamental para un desarrollo armónico de la misma, se evitarían multitud de conflictos si hubiera una buena gestión emocional en el ámbito familiar. En la mayoría de las ocasiones, los problemas familiares surgen por pequeñas cuestiones que no se han resuelto satisfactoriamente y que, con el paso del tiempo, se transforman en grandes bolas de nieve que dificultan sobremanera la dinámica familiar. Por tanto, desde la más tierna infancia, la familia debería trabajar con sus hijos e hijas diferentes elementos de la educación emocional. Sin embargo, el problema se inicia cuando ni siquiera las parejas que configuran el germen de la familia, están formadas en este tema, con lo cual, las reacciones ante los diferentes problemas y conductas se transmiten de generación en generación, sin reflexionar de manera conjunta, en bastantes casos, por buscar soluciones asertivas que faciliten la convivencia familiar. Así, en algunas ocasiones, encontramos espacios familiares que tienen una intensidad negativa tremenda en sus relaciones y se configuran, de ese modo, en los hijos e hijas personalidades conflictivas y poco dialogantes”.

¿Creé usted que en el actual sistema educativo español se educan y trabajan las competencias socioemocionales de niñas, niños y adolescentes?

“Desde hace algunos años, el sistema educativo está tomando conciencia de la necesidad de incorporar estos saberes, relacionados con la educación y la inteligencia emocional, a los currículums académicos. Pero, desde nuestro punto de vista, consideramos que todavía estamos en los inicios de este nuevo enfoque educativo, porque no se cuenta con la formación necesaria del profesorado en estas materias, ni con los tiempos, ni con los espacios, ni con los medios precisos para poder desarrollar estos contenidos formativos con ciertas garantías”.

«… la familia y el centro escolar son los dos pilares básicos para la educación emocional de niños, niñas y adolescentes. «

¿Podría decirme con qué fórmulas, técnicas y herramientas se podría trabajan las competencias socioemocionales de NNA?

“Para trabajar de forma eficiente las competencias emocionales en el alumnado y que puedan influir de forma eficaz en el desarrollo personal de los niños, niñas y adolescentes habría que considerar estas materias como parte del currículum académico y, por tanto, destinar los recursos necesarios, tanto humanos, como materiales para la puesta en marcha, de forma efectiva, de estos saberes. En cuanto a las técnicas y herramientas necesarias para desarrollar estos conocimientos, tendrían que basarse en unos contenidos y una metodología docente muy bien estructurada y fundamentada, con una importante parte práctica y siempre desde posiciones muy activas, tanto del profesorado, como del alumnado, propiciando la vivencia de la educación y la inteligencia emocional e implicando a todo el centro educativo y, también, a la comunidad educativa y las familias. Para ello, se hace necesario una preparación específica del profesorado, por lo que debería integrarse desde su formación inicial como docente”.

¿Qué problema podría ocasionar una mala gestión de las emociones en NNA y en su desarrollo?

“Parece evidente que una mala gestión emocional puede tener unas consecuencias desastrosas en la configuración de nuestra propia personalidad, en nuestras relaciones con los demás y en nuestro propio desarrollo armónico, porque lo que suelen generar estas malas regulaciones emocionales, son desequilibrios emocionales y una falta de empatía hacia los demás que difícilmente se pueden mejorar en las edades adultas. Puede desembocar en conductas de riesgo que dificultan el bienestar personal y afectan a la convivencia en todos los ámbitos (familiar, escolar y social)”.

Para terminar, me gustaría que me hablaras de la comunicación emocional en el ámbito educativo.

“En el marco educativo es esencial una buena comunicación entre el profesorado y el alumnado. Una buena comunicación emocional mejora ostensiblemente la transmisión de los mensajes, ya que la forma y la imagen que se proyecta, constituye un elemento esencial en la comunicación. Por tanto, debemos dirigirnos hacia un modelo de comunicación empático, no solo a nivel verbal, sino también gestual, puesto que el lenguaje corporal es sumamente relevante en la comunicación emocional. En este sentido, el tono de voz, la correcta vocalización, las pausas, los silencios, la posición corporal adoptada, los movimientos de las manos, faciales, etc., condicionan de una forma positiva o negativa la comunicación. Para que la comunicación emocional sea efectiva el lenguaje verbal y el corporal deben orientarse en la misma dirección”.

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